36 años de Lionel Messi: el que no quiere a Messi no quiere al fútbol
Por Daniel Mecca (@danielmecca)
El que no quiere a Messi no quiere al fútbol, dijo una vez el maestro Jorge Valdano. Somos contemporáneos de Messi. Es como levantar la vista y ver un cometa. ¿Cuánta astronomía cabe en esa zurda, en ese pensamiento de goles, diagonales y pases? Caminar, explotar, mirar, pausar, mirar otra vez: del Messi de 17 años que rayaba el césped del Camp Nou como fuego al Messi de ahora, con 36 años hoy cumplidos, que seis meses atrás sacó a pasear a un defensor de 20 años de Croacia para darle el tercer gol a Julián Álvarez y coronar el pase a la final de la Copa del Mundo.
De Aquiles a Ulises, de la máquina letal del Barcelona a la astucia, la mirada rapaz y la electricidad concentrada de este presente. El otro, el mismo. Pero hay un aspecto más extraordinario en todo esto: que desde su debut en 2004 hasta este 2023 sigue vigente el nivel solar de su fútbol. Dicho de otro modo, son 19 años brillando, como Helios, en este deporte de felicidad inclasificable.
Ese es el verdadero fundamento suyo: que Lionel siga siendo Messi durante 19 años continuos. Es como el sol que sale todos los días. Tan elemental y vital y fantástico como eso. Pero no se trata de idolatrar a Messi como una divinidad o un acto de fe -incluso el dios Helios, en la Odisea, se debe subordinar a Zeus-, sino, como la manifestación de algo más simple: verlo jugar al fútbol hace feliz.
Y en un país donde la economía -quiero decir, los saqueadores históricos de la economía- hunde sus raíces en la infelicidad, una jugada suya produce una emoción popular que da ánimos para lo que sea. Aunque sea un rato. Aunque sea fútbol. Aunque lo que ustedes quieran. Da igual. Hay felicidades que no se explican.
Ítaca no el lugar final de llegada: es la vigencia de haber llegado, la persistencia de seguir siendo, la paciencia del héroe.
- Autor/es:
- Daniel Mecca